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SERIE
INVESTIGANDO GÉNESIS
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" 'La Gallina de Piltdown’: otro fraude evolucionista" En 1999, National Geographic publicó una fotografía de una criatura que "probaba" que las aves evolucionaron de los dinosaurios. Llamada Archaeoraptor, la criatura fue descubierta en China y publicitada como "un verdadero eslabón perdido en la compleja cadena que conecta a los dinosaurios con las aves" (Sloan 100). La fotografía mostraba a una criatura "[c]on las extremidades anteriores de un ave primitiva y la cola de un dinosaurio" (ibid.), acompañada por declaraciones tales como: "Es un eslabón perdido entre los dinosaurios terrestres y las aves que podían volar" (ibid.) y "Este fósil es quizás la mejor evidencia desde el Archaeopteryx de que las aves, de hecho, evolucionaron de ciertos tipos de dinosaurios carnívoros [los dromeosaurios]" (ibid. 101). |
Piltdown Man in 1912 |
Related Fossil: Archaeopteryx |
Sin embargo, en las Cartas al Editor del número de marzo de 2000, el paleontólogo Xu Xing (de la Academia China de Ciencias) escribió que el"Archaeoraptor parece estar compuesto de la cola de un dromeosaurio y el cuerpo de un ave". Cuando el reportero investigador Lewis Simons profundizó en el fraude, descubrió una historia de secreto mal encaminado y confianza mal depositada, de un desenfrenado choque de egos, autoexaltación, ilusiones, suposiciones ingenuas, error humano, terquedad, manipulación, calumnia, mentira, corrupción y, sobre todo, pésima comunicación (Simons 128). |
Un campesino de China había unido con pegamento dos fósiles separados y “lo” había vendido a un traficante de fósiles quien "reconoció que a menudo vendía 'compuestos'" (ibid. 129). La pieza llegó a manos de Stephen Czerkas, un entusiasta de los dinosaurios con pocas calificaciones científicas, quien contactó al paleontólogo Philip Currie. Simons escribió: "Currie estaba tan absorto en otros compromisos en todo el mundo que no le prestó mucha atención al proyecto del Archaeoraptor " (Ibid. 130).
Currie tenía sus reservas respecto al fósil, pero no tuvo el cuidado de informar a Christopher Sloan, quien escribió el artículo de 1999. Simons llamó a esto "una falta sumamente perjudicial de responsabilidad" de parte de Currie (ibid.). El fósil fue examinado por el Profesor Timothy Rowe de la University of Texas quien dijo: "[E]xistía una posibilidad de que fuera un fraude" (ibid.). Currie envió a un colega, el técnico en fósiles Kevin Aulenback, a investigar. Aulenback concluyó que el fósil era "un espécimen compuesto" (ibid. 131).
Entre tanto, Czerkas y Currie presentaron un artículo sobre el fósil a las revistas Nature y Science. Simons describe el borrador original:
En su página cinco el artículo decía que la cola semejante a la del dromeosaurio en una criatura semejante a un ave sugería un elemento previamente desconocido en la evolución de las aves a partir de los dinosaurios terrestres. En pocas palabras, esto fue lo que Czerkas le dijo a National Geographic que era "un eslabón perdido" (ibid.).
Aunque ambas revistas rechazaron el artículo (ibid.131-132)
National Geographic procedió a publicar su propia versión. Simons llamó al frenesí que se produjo en los medios un "acto montado para los reporteros" (ibid. 132).
... ellos vieron lo que querían ver. |
Poco después Xu le informó a Sloan que: "Estoy totalmente seguro... de que el Archaeoraptor es un espécimen falsificado" (ibid.). Una vez que el fraude se sacó a la luz, Czerkas admitió que había cometido "un error propio de estúpidos". Currie dijo que fue "el mayor error de mi vida". Sloan afirmó: "Me estaba metiendo en un berenjenal" (ibid.). El jefe de editores de National Geographic William Allen, preguntó: "¿Cómo nos metimos en este embrollo?" (ibid. 128). Simons ofrece una respuesta: "Para algunos prominentes paleontólogos que lo vieron... el pequeño esqueleto era una clave largamente buscada del misterio de la evolución" (ibid.). Es decir, vieron lo que querían ver.
Las críticas han sido severas. En un artículo sobre los veinte mayores disparates científicos de los últimos 20 años, la revista Discover incluyó a la "gallina de Piltdown", el término que le dio a este fraude. El nombre se deriva del Hombre de Piltdown, una composición artificial de un cráneo humano y una mandíbula de simio "descubierto" en 1912 (Newman 80). Así como los anteriores paleontólogos adoptaron al Hombre de Piltdown porque estaban desesperados por evidencias de la evolución humana, los científicos contemporáneos adoptaron al Archaeoraptor debido a su desesperación por demostrar que las aves evolucionaron de los dinosaurios.
Referencias:
Newman, Judith. (2000). "Twenty of the Greatest Blunders in Science in the Last Twenty Years." Discover 21, no. 10.
Simons, Lewis (2000). "Archaeoraptor Fossil Trail." National Geographic 198, no. 4.
Sloan, Christopher (1999). "Feathers for T. Rex?" National Geographic
196, no. 5.
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