Gran Diluvio |
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Torre De Babel |
Cuando Noé hizo el sacrificio en Génesis 8:20-9:17, luego del Gran Diluvio, su familia entera - los ancestros de la humanidad después del Gran Diluvio - fue bendecida por el Señor. Luego la humanidad se estableció en Shinar, (de donde surgió la antígua Mesopotamia; Sumeria) en donde fué construida La Torre De Babel. La tradición judía mantiene que Dios urgió al pueblo a dispersarse y colonizar la tierra, pero el pueblo rehusó; Dios confundió sus lenguajes y los obligó así a separarse.₁ Los decendientes de Noé navegaron y caminaron - emigrando largas distancias en unos pocos años.
De esta manera el antiguo Egipto, China, América Central, y otras regiones vinieron a establecerse con su tecnología, antiguos languajes sofisticados, y la siempre cambiante diversidad de costumbres y cultura. Y al pasar del tiempo sus creencias monoteístas comenzaron a desaparecer de sus mentes.
Generaciones subsiguientes de la humanidad crecieron aún más indiferentes al Creador, según se describe en Romanos 1:21-24:
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fué entenebrecido. Profesándose ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible, en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios…1
El Creador escogió una familia para preservar su adoración, y esta familia, pronto a convertirse en nación, serían profetas contemporáneos del monoteísmo original: Abraham estaba en Canaán cuando Melquisedec, sacerdote del Dios Altísimo, se le apareció (Génesis 14: 18-20). En el libro de Números del Antiguo Testamento, capítulo 22 al 24, está descrito cómo el profeta Balaam, quien es de Siria o Iraq₂, se le pidió maldecir a los descendientes de Abraham justo antes de su conquista de Canaán. Un estudio acerca de las numerosas tradiciones del mundo es eco de la antes mencionada idea Bíblica de un solo Dios seguido por la humanidad, la cual luego se alejó de Él.3
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Existe abundante evidencia acerca de la pérdida del mundo original de monoteísmo, y el descenso hacia el paganismo. Las antiguas, cultas, e importantes civilizaciones de Sumeria, Egipto, India, China y Méjico demuestran señas de haber sido monoteístas. Gentes primitivas de África, Norteamérica y Japón abrazaron la idea de un solo Creador Dios, la cual luego abandonaron para practicar la adoración a los espíritus. La transición del monoteísmo hacia la adoración de los espíritus, en el caso de Sumeria, Egipto, India y Méjico, los impulsó a la adoración de muchos dioses.
MONOTEÍSMO EN SUMERIA, EGIPTO Y LA INDIA
El monoteísmo original de Sumeria, Egipto e India fué descubierto hace mucho tiempo. El dios del cielo An se hace más aparente según los arqueólogos buscan más profundamente en la historia de Sumeria: es creído por muchos que An era el único dios de Sumeria. Se hacen también abundantes las evidencias de “El Único Dios” en Egipto, aunque algo confusas. En la literatura egipcia abundan los himnos como el siguiente:
“Único, creador de todas las cosas, Espíritu, Espíritu secreto, creador de Espíritus. Él exitió en el principio, cuando nada era. Lo que existe fue hecho después de Él. …Nadie le puede hallar; Su nombre es un misterio, y es secreto. Sus nombre son innumerables. Él es la verdad, y vive en la verdad, Él es rey de la verdad. Él es vida, el hombre vive por Él; Él le da vida al hombre, Él sopla aliento en él…Él mismo es la existencia; Él no aumenta ni disminuye. Él hizo el universo, el mundo, lo que fue, lo que es, y lo que será. …Él oye a quien le llama, y premia a sus siervos, conoce a quienes le conocen, protege a sus seguidores.”4
Frente a la obvia abundancia de dioses egipcios, varios expertos han disputado la posibilidad de que la variedad de deidades competían por ser “El Único”.5 De una perspectiva Bíblica, la idea de “uno” probablemente perduró por mucho después que esta cultura abandonó la adoración de El Único Creador.
La tradición India monoteísta se hace clara en sus más antiguos escritos, el Rig Veda:
“En el principio, quién nació Señor, el solo Señor de todo lo que es, quien hizo la tierra y formó e cielo, quien da vida, quien da fortaleza, y cuyas ordenes los dioses reveran el Único Dios.”6
MONOTEÍSMO EN CHINA
Originalmente los chinos adoraban la deidad llamada Shang Ti (上帝; Shangdi), que traducido significa “Señor Supremo” o “Señor de lo Alto”.7 Todas las cosas fueron hechas por Él, toda penitencia y recompensa eran finalmente trazadas a Él.₈ Un examen de las tradiciones de aquellos días revela una mezcla de adoración al Espíritu y al reconocimiento de Dios similar a la hallada en los reinos Bíblicos de Judá e Israel. La historia de un hombre, el Emperador Cheng Tang (circa 1760 B.C.), es resaltada como algo parecido a las historias de La Biblia.8 Ch’eng Tang vivió durante los difíciles días del último emperador del periodo Hsia.
El fue grandemente afligido por las fechorías de su soberano, pero no hizo ningún intento de arreglar nada sin el expreso mandamiento del Cielo. Luego una voz le llegó en un sueño: “Ataca. Te daré la fortaleza necesaria; pues he recibido para tí mandato del cielo.”9 Ch’eng Tang luego destruyó la dinastía Hsia y se proclamó emperador. Pero su consciencia no estuvo del todo en paz y por varios años Tang ponderó acerca de la rectitud de sus acciones. Finalmente una sequía se apoderó de la tierra y Ch’eng Tang se disfrazó como para ser sacrificado, llamando a Dios, “¡No destruyas a mi pueblo a causa de mis pecados!”10 Se dice que la lluvia comenzó a caer desde ese momento. Ch’eng Tan pudo haber sido seguidor de Dios, al menos a su propio entendimiento de Él, pero su ejemplo es único en las crónicas antiguas de China. Generaciones subsiguientes dieron mayor atención a las fundementales leyes de Dios, pero a la vez olvidaron su personalidad.
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MONOTEÍSMO EN EL ANTIGUO MÉJICO
El pueblo antiguo de Méjico pudo haber tenido un Creador único (Varios “expertos” argumentan acerca de que si Él o su esposa eran diferentes entidades, o aspectos diferentes de un mismo ser). Una leyenda relata cómo Él hizo un jardín o una ciudad - o un verano eterno y agua fluyente. Dios instaló un bello árbol en medio de ese jardín y ordenó a los dioses menores no tocarlo. Estas divinidades menores desobedecieron y desgarraron partes del árbol en su afán por destruir sus flores. Como resultado Dios arrojó a estos “dioses” fuera de su jardín y les dio tareas a cumplir. La primera pareja humana que vivió en el jardín fué también arrojadas con las “divinidades menores.”12
El DIOS CREADOR Y MUCHOS ESPÍRITUS
La transición de una sociedad monoteísta a una que adora espíritus es ilustrada por gentes primitivas que todavía existen hoy. Los albinos Ainu de Japón, por ejemplo, creen en un solo Dios Creador, pero piensan que Él está desconectado con el hombre: por eso los Ainu se ocupan con los espíritus.13 Muchas de las tribus de indios norteamericanos creen que el Creador asignó a los espíritus como intermediarios entre el hombre y Dios.14
La tribu Algonquin de la parte este de Canadá añaden que Dios mismo mandó a los indios a buscar a los espíritus.
Este alejamiento de Dios es quizás mejor expresado por un africano del oeste quien describe al Dios Creador de su cultura:
El cristianismo bíblico nos enseña que Jesucristo tiene más poder que los malos espíritus. Solo Él es nuestra fortaleza en tiempos de tribulación. Tenemos que tornarnos a Él, pedir el perdón de nuestros pecados, aceptar Su muerte en la cruz por nosotros, y creer que Él conquistó aún la muerte (1 Corintios 15: 1-4). El Dios ¡Creador nos quiere! ¡De esta manera - el cristianismo no es una religión extraña - es la finalidad, es la restauración! - Nos regresa a la adoración del Único y verdadero Dios, el CREADOR DE LA HUMANIDAD Y LAS NACIONES.
EL ASCENSO DEL PANTEÍSMO
De la adoración de muchos espíritus no hay sino un corto paso a la adoración de muchos dioses. Los cananeos parecen haber estado en medio de ese proceso con la adoración del dios supremo El al igual que de un número de dioses menores. Egipto, Sumeria e India todas se convirtieron en tierras de muchos dioses. Los dioses de Méjico no parecen tener número - y aparecen en innumerables formas - innumerables culturas. Los chinos retuvieron la idea de un solo Cielo, pero la vida real de su espiritualidad se encontraba en el espiritismo y en lo oculto.
CONCLUSION
Hace mucho tiempo la humanidad entera tuvo conocimiento de un solo y verdadero Dios, pero luego abandonaron su adoración y dejaron de obedecerle. Todo lo que quedó de aquellas creencias originales son ahora leyendas de antaño. La verdadera adoración a Dios pasó a los tiempos modernos por los descendientes de Abraham. Aún cuando Dios preservó su adoración en una sola familia, pronto a ser una nación (los hebreos; el antiguo Israel), no se olvidó Dios del resto de la humanidad. Así como el Señor le dijo a Abraham, “…en tu simiente serán bendecidas todas gentes de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz” (Génesis 22: 18). Dios mismo caminó la tierra dos mil años más tarde (Jesucristo) en forma de hombre. Uno de Sus últimos mandamientos a sus discípulos concernió los descendientes de aquellos quienes se descarriaron de Él en generaciones anteriores, “ id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” (Marco 16:15).
NOTAS
1 Josephus,
Antiquities of the Jews I. iv. 1.
2 The Companion Bible (KJV), (London: Samuel Bagster & Sons 1970) on p. 212 are the whereabouts of Balaam's hometown Pethor.
3 Rev. Wilhelm Schmitt, Primitive Revelation (St. Louis, Missouri, & London, England: Herder Book Co., 1939) pp. 236-237.
4 E.A. Wallis Budge, Osiris (New Hyde Park, N.Y: University Books, 1961) p. 357.
5 Dr. Brugsch & Maspero as cited by Budge, p.140.
6 Rig Veda excerpt from Selwyn Gurney Champion & Dorothy Short, Readings from World Religions (Greenwhich, Conn., Fawcett Publ., 1951) pp. 26-27.
7 E. Allie and M. Frazer, Chinese and Japanese Religion (Philadelphia, Westminster Press, 1969) p. 268.
8 Wing Tsit Chan, A Source Book in Chinese Philosophy (Princeton University Press, 1970) p. 16.
9 Joseph Campbell, The Masks of God: Oriental Mythology (Viking/Compass, N.Y., 1974) p. 396.
10 Li Ung Be ng, Outlines of Chinese History (Peking, 1914) p. 15.
11 Wing Tsit Chan, p. 16.
12 Irene Nicholson, Mexican and Central American Mythology (London, N.Y., Sydney, Toronto: Hamlynn Publications, 1967) pp.20,21 & Burr Cartwright Brundage, The Fifth Sun (Austin, Texas & London: University of Texas, 1979) pp.47, 48.
13 Rev. John Batchelor, The Ainu of Japan (London: The Religious Tract Society) p.252.
14 Schmitt pp. 171-174 & Cottie Burland, North American Indian Anthology (London, N.Y., Sydney, Toronto: Hamlvnn Publ., 1965) pp.73, 103-106 & Diamond Jenness, The Faith of a Coast Salish Indian (B.C. Provincial Museum: Anthropology in B.C., Memoir 131 pp. 35, 36.
15 Schmitt pp.171-174.
16 Nassau, Fetishism in West Africa, pp. 36-37 as cited Budge p.369.
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